Las emprendadas: joyas que nos transportan a la cultura ibicenca
Majoral reinterpreta desde la joyería contemporánea un icono de la cultura de las Pitiusas como es la emprendada, creando diferentes joyas con un alto componente simbólico
Con un casco antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, vestigios de la época fenicia, prados de la posidonia oceánica únicas en el mundo y galerías y eventos que llenan la isla de vida, Ibiza se ha convertido en un referente cultural y natural, heterogéneo y diverso, del mediterráneo.
Más allá de los paisajes cautivadores, las playas de arena blanca y las cuevas naturales, los atractivos de la isla también los encontramos en el legado cultural de los ibicencos. La simbiosis entre el entorno natural y los bienes culturales crean un equilibrio frágil y austero que muestra la convivencia milenaria entre la naturaleza y la civilización en la isla.
Esta concordia entre el ecosistema natural y social de la Isla de Ibiza, siempre frágil por la presión turística, ha generado una conciencia compartida entre los ibicencos de poner en valor su propia tierra. El cuidado y admiración hacia la naturaleza exuberante de la isla ha estado recompensada con paisajes inspiradores y climas proclives para desarrollar un estilo de vida en armonía con las características de la isla.
Es bien sabido que los esplendorosos paisajes que regala la isla a sus habitantes han servido de fuente de inspiración para múltiples artesanos y artistas ibicencos. En el campo de la joyería, Majoral ha basado buena parte de su razón de ser en la inspiración mediterránea que presentan las islas de Ibiza y Formentera.
Pero esta simbiosis entre el entorno natural y la cultura de la isla también ha propiciado que la joyería coja el valor cultura de Ibiza como una fuente de inspiración, que permite crear joyas que se alinean con un estilo de vida que ha vivido desde hace siglos con avenencia con la isla natural.
La emprendada, un icono de la sociedad ibicenca reinterpretada a través de la joyería contemporánea
Uno de los máximos exponentes de la influencia de la cultura de Ibiza en la joyería contemporánea lo encontramos en las emprendadas. Se trata de joyas que forman parte de los vestidos tradicionales ibicencos. Están formadas por hiladas de rosarios ocupando todo el pecho y sostenido con agujas de plata decoradas, una cruz con filigranas y detalles de coral rojo, piedras preciosas o nácar y la joya (un relicario con la imagen de la Virgen María).
Considerada como “la joya de Ibiza”, la emprendada es uno de los iconos de la isla, y las lucían las mujeres en el popular baile campesino, un conjunto de danzas tradicionales de Ibiza y Formentera.
La emprendada tradicional estaba hecha de coral y plata; posteriormente también se empezaron a hacer emprendadas de oro, formadas por collares de granos de trigo y bóvedas de cordoncillo. El conjunto se completaba con “sa creu” y “sa joia”. Finalmente, se remataba con las abotonadas de oro en la blusa.
El legado cultural de Ibiza ha llevado a Majoral a tenerlo en cuenta como fuente de inspiración. “Al llegar a Ibiza me encuentro con el mundo local, el mundo campesino, que venía de una vida dura pero digna. Creíamos que el mundo se tenía que cambiar y nuestra forma de hacer la revolución era crear este nuevo sistema de vida, pero sin olvidar los valores que nos han llevado hasta donde estamos”, asegura Enric Majoral.
Con esta voluntad de considerar y reinterpretar al mismo tiempo el patrimonio cultural de Ibiza, Majoral empieza a contemplar la emprendada como un punto de partida para algunas de sus creaciones.
Enric Majoral, asentado a la isla desde los años setenta, empieza a contemplar las emprendadas como un elemento a reinterpretar desde la joyería contemporánea en los años noventa.
La colección “Emprendadas”, protagonista de la VI edición pasarela Formentera
La segunda aproximación de Enric Majoral con las emprendadas llegó en 2013. El joyero catalán presentaba en la Pasarela Formentera la colección Emprendades, que presentaba un conjunto de colgantes de gran formato emulando la clásica emprendada. Sin embargo, las piecas se mostraban como una renovada visión de las joyas tradicionales de las Pitiusas, elaboradas con varios metales, turquesas, coral y madera de sabina. La visión contemporánea y artesana de la colección Emprendades se muestra como la unión de la inspiración social, cultural y natural en el proceso creativo de Enric Majoral. “La artesanía liga con mi filosofía de vida. Una cosa que haces con tus manos, podes ponerle sentimiento y estás en un mundo en el que te sientes bien”, concluye Majoral.
La emprendada como símbolo de vida de los ibicencos e ibicencas
Las emprendadas han sido históricamente uno de los objetos más valiosos de las familias ibicencas. Durante de la Guerra Civil, muchas familias se vieron obligadas a desprenderse de sus joyas más preciadas para hacer frente a la miseria omnipresente en toda la isla. Estos años grises en la isla comportaron una pérdida significativa del legado cultural de muchas familias ibicencas.
Las emprendadas se han convertido en un emblema de muchas familias de la isla desde hace décadas. Pero también han servido como fuente de inspiración para la colección Blat de Majoral. Representada por una forma ornamental, antigua y esencial, la colección Blat despliega de forma contenido el simbolismo de la semilla, origen de vida.
El collar de la colección Blat, hecho con oro reciclado, se inspira en las emprendadas, reproduciendo su forma circular y emulando hileras de piezas icónicas.
La última contribución de Enric Majoral a las emprendadas busca los límites del volumen, presentando una “emprendada expandida” de gran formato. La idiosincrasia escultórica de esta última pieza de Majoral supone un nuevo homenaje de del artista catalán a la emprendada, rompiendo cánones preestablecidos en el campo de la joyería.