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La joyería en les Illes Balears ha sido siempre un hecho distintivo cultural, han formado parte de todas las ceremonias importantes. Desde la antigüedad ha sido un elemento importante en la sociedad de les illes, desde la prehistoria hasta la conquista cristiana. Más adelante la joyería se populariza y forma parte de la sociedad, entra a formar parte de las fiestas y las tradiciones. El trabajo de los orfebres y artesanos de les Illes Balears se vuelve conocido y se exporta a todo el mundo.

En Majoral (https://www.majoral.com/eshop/es/) nos sentimos parte de toda esta historia, por eso, en este artículo vamos a hablaros sobre la historia de las joyas en les Illes Balears, la joyería tradicional en Mallorca y en Ibiza.

Podemos encontrar ejemplos de joyería en les Illes Balears desde la prehistoria y de las distintas dinastías de la época romana, todas conservadas en el Museu d’Arqueologia d’Eivissa i Formentera y en el Museu de Mallorca. Aunque una de las piezas que sin duda destaca por encima de todo es el Tresoret Almohade de la época islámica de les Illes Balears. Se trata de un conjunto de 209 piezas en total en la que destacan dos pendientes de oro que todos los expertos alaban como elementos fundamentales de la joyería en la época andalusí. La importancia no solo se encuentra en las valiosísimas joyas, si no, por el valor que tiene a nivel histórico; ya que muestra elementos de cohesión claros con las tendencias artísticas del Reino de Granada. Lo que demuestra una trayectoria común del arte islámico en la Península Ibérica.

Este tesoro se encontró en una pequeña jarra en una cueva en las afueras de Costitx y se ha podido datar las piezas elaboradas sobre el año 1200 gracias a unas cuantas monedas que estaban dentro de esta misma jarra. Después de la conquista cristiana en el siglo XIII por encima de todo encontramos joyería vinculada al entorno religioso: crucifijos, rosarios, veracreus… A partir del siglo XVII, los nobles empiezan a lucir estas joyas en actos públicos y en cuadros, así es como las joyas familiares se convierten en parte fundamental de la joyería en les Illes Balears. Según Elvira González y Magdalena Riera “les Illes Balears no solo fueron sujeto receptor, sino que, por una serie de condiciones específicas (excelentes artesanos de tradición judía y mercaderes poderosos) …, se convirtió al mismo tiempo en una importante productora y exportadora”.

Podemos encontrar muchos tipos de joyería en les Illes Balears, sin embargo, los expertos coinciden en tipificar como típicas estas reliquias familiares. Se tratan de joyas procedentes de Mallorca y que se utilizaban sobre todo en la vestimenta.

Cordoncillo

El cordoncillo son cadenas de oro formada por anillas planas entrelazadas. Estas joyas tienen una clara influencia oriental de los barcos que provenían de Filipinas en el siglo XVI, que transportaban un tipo de adorno muy parecido. Este adorno se colgaba alrededor de la cintura o el cuello dando vueltas sobre sí mismo y podían llegar a tener más de 3 metros de largo. También se compraban cuartas y medias partes de cordoncillo.

Botonades

La mayoría de los vestidos llevaban botones de 24 piezas, aunque se han llegado a encontrar trajes de hasta 40 o 50 botones. Los botones han pasado a lo largo de los años como reliquias familiares y se repartían entre los herederos. Hoy en día podemos encontrar muchas de estas botonades reconvertidas en anillos o colgantes. Normalmente eran de oro y con adornos de pedra de Vich. Existían botones de muchos tipos: de filigrana, de carxofeta, roseta d’or, de geganta, de luto o semiluto… La corona de la Maredéu de la Salut de Mallorca está decorada con botonades donadas por gente de la isla.

Baixos del Rosari

Los baixos del rosari o penjolls son elementos ornamentales que remataban las cuentas de oración religiosas. Muchos de ellos están realizados en cristal y son muy curiosos ya que representan escenas bíblicas con mucho detalle. El nivel de trabajo de estos rosarios era muy elevado y demuestra la calidad de la joyería de les Illes Balears.

Cruces

Se conservan como reliquias familiares una gran cantidad y variedad de cruces, pero sobre todo de dos tipos: la cruz de Malta y la cruz denominada en Mallorca de Calatrava. La cruz de Malta se popularizó por la estrecha relación entre Mallorca y la orden de caballeros de San Juan de Malta. En los comienzos se utilizaba para distinguir a los caballeros, pero acabó extendiéndose en una joya carente del significado original. La cruz de Calatrava de Mallorca es en realidad de la Orden Dominicana. Son semejantes y esto dio lugar a la confusión en su nombre.

La joyería de les Illes Balears ha estado siempre muy relacionada con la vestimenta. El caso de Ibiza no es una excepción y es en sus trajes tradicionales donde encontramos la mayor parte de ornamentación.

L’emprendada

L’emprendada es una parte de los vestidos tradicionales ibicencos. Está compuesta por hiladas de cordoncilo ocupando todo el pecho y sostenidos con agujas de plata decoradas, una cruz con filigranas i detalles de coral, piedras preciosas o nacar y la joia (un reliuiario con la imagen de la Mare de Déu). Otro tipo d’emprendada se realizaba con oro en lugar de plata, y también compuesta por vueltas de cordoncilo. El conjunto está completado por anillos en todos los dedos excepto en el pulgar. Finalmente, el conjunto se remata con las botonades y los pendientes. La costumbre era que las niñas recibiesen su primera emprendada en la primera comunión y muchas veces constituían parte de su dote. En este sentido, era usual que el novio regalase a su mujer 24 anillos con el objetivo de demostrar su poder adquisitivo.

La joyería ibicenca también presenta piezas masculinas. Entre ellas destacan los cascabeles colgados sobre el jupetí que también eran de filigrana.

En Majoral seguimos los pasos que emprendieron tantos años atrás todos los artistas dedicados a la joyería en les Illes Balears. Los materiales que utilizamos y la forma de trabajar tradicional pretende seguir con la estela de todas esas personas y joyas que nos precedieron y nos han inspirado tanto.