Preferencias sobre cookies
La esencia mediterránea como fuente de inspiración en joyería: el proceso creativo de Majoral
La contemplación del entorno mediterráneo en el que se ubica Majoral permite a sus creadores, Enric y Roc, diseñar joyas de alto valor artístico, surgidas a través de un proceso pausado dedicado a crear piezas con una capacidad expresiva que se extiende más allá del propio material La proximidad al mar, el clima temperado y su tierra fértil hacen de la costa mediterránea un lugar singular. Abarcando cientos de quilómetros del sur de Europa y el norte de África, las orillas del Mar Mediterráneo han sido, desde hace siglos, el hogar de múltiples culturas y civilizaciones; y también de generaciones de artistas que han encontrado en los paisajes mediterráneos, con su riqueza natural y cultural, una fuente de inspiración .
En el ámbito de la joyería de autor, la obra artística y creativa de Majoral ha dado lugar a una joyería de un marcado carácter mediterráneo. ¿Pero a qué nos referimos cuando hablamos de joyería de inspiración mediterránea? En este artículo detallamos algunos ejemplos que nos permiten adentrarnos en el proceso creativo de Enric i Roc Majoral, y cómo la influencia del Mar Mediterráneo se convierte en joya.
El paisaje del camino de Ronda: el origen la colección Pinassa
La Costa Brava (ubicada en la provincia de Girona) y la Côte Vermella (que la prosigue hacia el norte, en la región de Occitania) dibujan el popular Camino de Ronda, que une a distintas poblaciones costeras desde Blanes hasta Colliure. Los abruptos montes que se levantan a escasos metros del mar regalan a sus caminantes paisajes llenos de naturaleza y esencia mediterránea. Fue justo en ese camino, con los abundantes pinos que enmarcan esa zona del mediterráneo, donde Roc Majoral encontró la fuente de inspiración de una de sus últimas creaciones: Pinassa.
El camino de ronda se llena de las pequeñas y estilizadas agujas de pino. Mirando las hojas del pino con atención, a Roc Majoral le sorprendió la ligereza de las hojas y las torsiones que hacían cuando se secaban. La belleza discreta de este elemento de la naturaleza llevó al joyero catalán a emular la forma elemental de las agujas del pino con metal, simplificándola y estilizándola, utilizando cintas de sección cuadrada con bordes redondeados y satinados. La primera pieza de la colección fue un colgante, que luego evolucionó a unos pendientes, imaginando las hojas del pino a lado y lado del rostro. Las agujas de pino se curvan y tuercen, unidas por pequeñas anillas, dando paso a joyas ligeras, con mucho movimiento, que realmente lucen estando suspendidas en el aire o al moverse con el cuerpo. Finalmente, se decide que las primeras piezas de la colección se harán uniendo la calidez del oro con el titanio, en su gris natural, sin tratar, creando una combinación elegante y discreta. La observación meticulosa, acompañada de la experimentación, permitió a Roc Majoral extraer la ligereza y la elegancia de un elemento natural tan cercano como las hojas del pino, convirtiéndolas en joyas mediterráneas.
Un paseo por la playa de Formentera da luz a Posidònia
Pasear por las tranquilas y salvajes playas de Formentera en cualquier momento del año es una experiencia que los lugareños de la isla no se cansan de repetir. Acompañado de la cotidianidad de recorrer de forma tranquila y relajada las orillas de las playas de la isla mediterránea, Enric Majoral encontró el elemento inspiraría una de las colecciones más icónicas de Majoral, Posidonia
El artista catalán centró su atención en las cintas de Posidonia, que llegaban hasta la orilla del mar, y se quedaban tendidas sobre la arena. Al observárlas con detenimiento, Enric se dio cuenta que la Posidonia, todavía mojada, emite unos suaves reflejos dorados. En ese momento, imaginó la Posidonia enrollada alrededor de muñecas y dedos, reposando flexibles sobre el torso. La idea surgida de la contemplación en la orilla mediterránea llegó al taller, donde jugando con el metal, tensionándolo y ondulándolo emula la forma y el movimiento de la característica planta marina de Formentera. Con un acabado matizado, Majoral consigue crear una colección evocadora y minimalista, que se acabaría convirtiendo en icónica.
Zambullirse para encontrar la inspiración: el nacimiento de la colección Ones
El encanto de la isla de Formentera también se encuentra en el fondo del mar. La curiosidad de Roc Majoral le ha llevado a explorar y reinterpretar el paisaje marino usando un lenguaje propio. Sumergiéndose en el agua salada, donde los sonidos se amortiguan y todo parece muy lejano, empezó el proceso creativo que culminó en la creación de la colección Ones. Contemplando el fondo del mar, el artista notó que cerca de la orilla se crean pequeñas dunas, minúsculas sierras en paralelo que forman un paisaje submarino fascinante. En estas pequeñas dunas generadas por la corriente marina centellan discretos puntos de luz. El contacto con el sol de la arena submarina mediterránea inspiró a Roc Majoral para crear joyas que emulan las pequeñas dunas blancas y sus reflejos.
De vuelta al taller, Roc Majoral crea superficies de oro onduladas y articuladas que se mueven sobre el cuerpo y que juegan con la luz, tal y como sucede en las orillas del mediterráneo. Joyas impactantes bañadas en texturas delicadas y fascinantes que nos permiten llevar durante todo el año con nosotros la suavidad de la arena.
Los días de lluvia también son inspiradores
El agua es un bien escaso, y en las zonas mediterráneas, con sus veranos cálidos y a menudo secos, es fácil detectarlo. El otoño llega con un clima cambiante, donde las lluvias se dejan entrever y nos recuerdan su importancia. El agua, como origen de vida, bien escaso y precioso tiene también su homenaje entre la obra de Majoral. La inspiración le llegó a Roc Majoral en un día lluvioso, donde observó las gotas entrar en contacto con el cristal de una ventana, produciendo un suave sonido y a su vez quedando apoyadas en la superficie fría del cristal, formando pequeños círculos.
Esta imagen familiar llevó a Roc Majoral a crear la colección Pluja, donde la gota se convierte en círculos de metal sobreponiéndose, laminas de metal que danzan al aire, transmitiendo el murmullo relajante del agua gracias a los ligeros hilos de nylon que las unen. La colección es atrevida y provocadora al mezclar materiales nobles con hilos de nylon, sin perder un gusto refinado y antiguo. La inspiración surgida de la contemplación del entorno ha llevado a Majoral a crear joyas con un sello propio, asentadas en la singularidad mediterránea, y que hace de la joyería algo más que un oficio: un proceso creativo que culmina en piezas artísticas que se convierten en joyas sobre la piel.
