Moda y joyería sostenible: los consumidores empujan a las empresas hacia modelos más sostenibles
El sector de la moda europea está viviendo un proceso transformador debido a una nueva conciencia ciudadana, cada vez más preocupada por el impacto medioambiental de su consumo. La moda puede ser sostenible y la joyería también, pero es necesario un compromiso firme para conseguir cambios reales.
La preocupación por la crisis climática se está convirtiendo en un factor determinante en el consumo de las personas. La inmensa mayoría de la ciudadanía europea no solo considera necesario tomar acciones para revertir el cambio climático, sino que también está realizando cambios personales.
Según datos del Eurobarómetro del 2023, el 93% de los ciudadanos europeos asegura estar “optando conscientemente por la sostenibilidad” en su vida cuotidiana. Hacho que incide directamente en sus decisiones a la hora de consumir.
Por otro lado, más de la mitad de los europeos creen que las empresas deben tomar acciones y cambios estructurales en materia climática.
La preocupación del público por la emergencia climática ha empujado a muchos sectores económicos a emprender el camino hacia la sostenibilidad. En el caso de la moda, como contrapartida al modelo fast fashion predominante, ha surgido la corriente slow fashion o moda sostenible. Un concepto que mide el impacto ecológico y social en el proceso de producción de las empresas y que promueve un modelo económico más sostenible.
En el caso de la moda textil, su impacto medioambiental a nivel global es sobrecogedor: se trata de uno de los sectores más contaminantes del mundo, generando un alto número de residuos y emisiones de CO2. También se calcula que la producción textil es responsable del 20% de la contaminación mundial de agua.
El movimiento de moda sostenible se empieza a gestar a principios del siglo XXI, centrando sus esfuerzos en la preservación de los recursos naturales, en la búsqueda del bajo impacto ecológico en la fabricación y el respeto a la salud y condiciones laborales de los trabajadores.
En el caso del textil, el movimiento en seguida identifica la necesidad de moderar la producción y prolongar la vida útil de las piezas, caminando así hacia la sostenibilidad. A pesar de que la producción de ropa ha crecido exponencialmente en los últimos años, han surgido distintas firmas de moda sostenible que, centradas en estos principios, se presentan como una alternativa que garantiza el mínimo impacto medioambiental en su cadena de producción.
Joyería responsable y sostenible: la importancia de la trazabilidad de las materias primas
Otro actor importante en el sector de la moda lo encontramos en la joyería. En este caso, la llave de vuelta por una moda más sostenible no solo recae en la dimensión de la producción, sino en el origen y trazabilidad de los metales preciosos con los que se crea la joya.
Iniciativas como Fairmined o el Responsible Jewelry Council permiten a los creadores de joyería responsable garantizar a sus clientes el uso de un oro obtenido de manera respetuosa con el medio ambiente, la tierra y los trabajadores.
En relación con las piedras preciosas, iniciativas como las de Wennick-Lefèvre aseguran la extracción de zafiros de forma respetuosa con el medio ambiente. Las gemas se obtienen a través de pequeñas minas artesanales en Madagascar o Sri Lanka y se entienden como una oportunidad para mejorar la realidad de todas aquellas personas que trabajan en el sector.
Wennick Lefèvre colabora con el Eden Forest Project, que lucha contra la desforestación en Madagascar, adoptando la política de “por cada piedra preciosa, un árbol”. Hecho que los ha llevado a plantar 10.000 árboles desde 2019.
Majoral: una década de compromiso con la joyería y la moda sostenible
El compromiso de Majoral con el entorno natural, social y cultural se reafirma en 2014, cuando buscando conectar con los valores de sus inicios, en la Formentera de los años 70, se alinea con los principios de la economía del bien común. Ese mismo año, Majoral se convierte en consumidor y distribuidor de oro certificado Fairmined. Una organización que audita y garantiza que el metal proviene de minas artesanales de pequeña escala, donde se generan puestos de trabajo seguros y se llevan a cabo prácticas responsables con el medio ambiente.
La empresa catalana también se adhiere al Responsible Jewelry Council (RJC), adhiriéndose a su código de buenas prácticas e incorporan zafiros no tratados, de color natural y provenientes de minas a pequeña escala donde las gemas se extraen de manera responsable. Con estas acciones, Majoral aboga por el bienestar colectivo y por un modelo de joyería sostenible a escala medioambiental y social. Todo junto permite a Majoral crear joyas artesanas y de autor que respetan el entorno. Una apuesta por una joyería más justa.